Superchispi ha cumplido un mes en casa y ha recorrido casi 3.000 km en este tiempo. Y prácticamente siempre ha cargado en casa. Disponemos de un punto de carga propio en nuestra plaza dentro del parking comunitario, que está conectada al contador de casa. El cargador que está instalado permite la carga monofásica entre 2,2 kVA y 3,5 kVA. No hemos cambiado la potencia contratada, que es de 4,4 kW, así que las cargas diarias son "lentas". Aún así el coche no suele consumir, en los recorridos diarios más de un 20% del total de la energía que cabe en sus acumuladores, con lo que con el descanso nocturno tiene suficiente para salir a la calle al 100% cada mañana.
También ha realizado salidas de fin de semana a lugares situados a unos 100 km de distancia de casa y vuelta (por autopista), sin parar a recargar y llegando con un 20-25% de batería restante.
La carga "rápida" del Zoe, que es de 22 kW de potencia, aún no la hemos probado... El pasado fin de semana hicimos su primera carga en un punto de carga público, en un centro comercial, que entregaba una potencia de 4,7 kW... No mucho más que las cargas que hacemos en casa.
¿Cuál es nuestra opinión entonces sobre si se debe tener punto de carga propio? Pues que posiblemente la limitación más importante del coche eléctrico es que es casi inviable si no puedes cargar en casa. En España, con una red escasa de puntos públicos, y con menos cargadores rápidos aún, disponer de tu "punto de carga vinculado" es requisito imprescindible.
